¿Cómo el cambio climático afecta también a Internet?
Un estudio reciente realizado por la Universidad de Wisconsin-Madison en los Estados Unidos revela datos inquietantes sobre el próximo futuro del Internet. Los investigadores universitarios revelan un hecho del que muy pocos habían pensado antes: la enorme cantidad de cables de fibra óptica que están enterrados en las costas densamente pobladas en todo el mundo, pero sobre todo en EE. UU. El cambio climático supone un aumento del nivel del mar en los próximos años lo que significa que los cables enterrados cerca de las costas estarán bajo el agua.
Según el estudio elaborado por el profesor de informática del UW-Madison, Paul Barford, el tiempo estimado para que esto ocurra es tan solo 15 años, pero podría ocurrir incluso mucho más temprano. El propio Barford afirma que la amenaza que supone el cambio climático es más real que nunca y prevé que en 2033 habrá más de 4000 millas de cables de fibra óptica inundados. Las ciudades más afectadas serían Nueva York, Miami y Seattle, pero según el informe las consecuencias serán globales porque los efectos se propagarán a través de Internet.
El problema viene de la propia infraestructura ya que esta fue construida hace más de 25 años cuando nadie pensaba de un posible cambio climático. Muchos de los conductos que están en peligro ya están cerca del nivel del mar y basta tan solo que haya un leve aumento del nivel del océano para que los cables se queden expuestos al agua. El aumento del nivel oceánico depende del ritmo con el que se está derritiendo el hielo polar y el calentamiento del planeta. Los huracanes Sandy y Katrina ya nos han dejado indicios sobre como sería una marea catastrófica y una inundación con las consecuencias directas de ellas.
Los cables de fibra óptica son resistentes al agua, pero no son hechos del mismo material como los cables submarinos ya que no son impermeables como ellos. El experto en temas del Internet físico, Barford, afirma en el informe que la amenaza para el Internet físico será una realidad dentro de pocos años. El principal problema consiste en el hecho de que todos los cables que están conectados con los transoceánicos tienen un punto de aterrizaje en la costa y si se inundan se perdería toda la infraestructura local y nacional de las ciudades costeras como por ejemplo Nueva York que resulta muy vulnerable después del análisis realizado.
El estudio examinó también el riesgo para proveedores locales americanos de servicios de Internet como por ejemplo CenturyLink, Inteliquent y AT&T. Estas empresas realmente corren un gran peligro de ver seriamente dañada su infraestructura local y de larga distancia. El científico afirma también que esta investigación es una llamada despertador para todas estas empresas y también para el gobierno que tienen que tomar medidas para abordad el problema ya que el tiempo corre en su contra.